Fernando Ramo es un hombre de 35 años que vive en las afueras de Madrid dentro de un pequeño piso con su mujer Julieta y su niño Pablo. Todos los días, Fernando pelea para mantener a su familia.

Alguna tarde, fui a la biblioteca que mi padre legó antes de su muerte, que estaba en mi casa. Puse las gafas y tomé un libro al azar. ¡Era el diario íntimo de mi padre ! Tomé la lupa en mi cartera, abrí ese libro y lo hojeé ; de pronto, vi escrito de pequeño, algo : “Hoy el bacaladero me dijo que mi fortuna era de cien millones de euros”.

No era posible ; todos esos años pasados sin saber que mi padre guardaba mucho dinero. Además era pobre mientras que mi hermano José era rico. Pensé que mi hermano tenía todo el dinero de mi padre. Furioso, miré mi reloj de pulsera, eran las 10.10 de la noche. Quise ver a José. Hacía falta que me vengara. Tomé el coche. Cuando estuve en su jardín, vi humo salir de la chimenea. Abrí la casa de José con la llave. La puerta abierta, entré. La ventana abierta, la chimenea encendida, supe que José estaba aquí. Subí la escalera. Encontré un bote de herramientas y tomé un destornillador. Entonces, vi a mi traidor de hermano. Pronto, tuve una pulsión y clavé el destornillador en sus espaldas. Había muerto. ¡José había muerto ! Miré el reloj de pared y me apresuré a robarlo todo : un anillo, un collar, un colgante, el dinero en el baúl… escapé en un bosque. Había muchas víboras. Utilicé el modo linterna en el móvil para espantarlas.

Un año ha pasado ; ahora estoy con un helicóptero, un velero, una “rolls” y una grande villa bajo el sol de Jordania con Julieta y Pablo.